lunes, 16 de septiembre de 2013

GIGANTES, HUMANOS Y GNOMOS.


¡¡Hola a todos/as!!


Aunque veo que este blog no está teniendo mucho movimiento, o quizá por eso, para intentar resucitarlo, vuelvo a él para pediros un favor: que "me votéis".

Sí. Uno de los dos cuentos que mandé para participar en un concurso online de relatos ha quedado como "finalista".

Curiosamente, yo le veía más posibilidades al otro, al que no han seleccionado, pero creo que me lo han echado para atrás por incluir ilustraciones y aunque en las bases no se especificara claramente que no se podían poner, supongo que se sobreentendía que era solo texto.

Pero, bueno, no me importa, es que las ilustraciones eran esenciales.

El caso es que os voy a pedir que, si de verdad os gusta y si os molestáis en leer los de los demás candidatos y os parece justo que ganara, votéis mi relato Garbancito Diferente quiere casarse con otro garbanzo en la siguiente web:

www.kedacon.com/category/concurso-2/finalistas

Viene el listado de relatos participantes, si pincháis en la imagen en miniatura con que es presentado cada uno de ellos, accedéis al contenido y, al final del todo, le podéis dar a “me gusta” a través de facebook (cada “me gusta” cuenta como un voto y supongo que pondrán un tope por persona, pero si queréis intentarlo más de una vez por si acaso… jiji).

Me haría mucha ilu, más incluso que lo de la estancia de fin de semana en un hotel, lo de promocionar en una plataforma digital mis escritos...

Y os pongo aquí el otro que mandé, que da título a esta entrada, para que lo leáis también si os apetece y me digáis qué os parece.



Ahí va.



Besos a todos/as y gracias por adelantado por vuestra contribución en forma de voto...





Para una de las mujeres más estilosas del mundo,

por ser capaz de lucir tan original y florido tocado

sin que parezca un gorro de baño;

por haberme prestado el nombre de su pedacito de sí

y por apoyarme tanto y creer en mí.

Para mi sobrina y su creatividad, que le dure siempre.

GIGANTES, HUMANOS Y GNOMOS.

El coche de mi tío es muy distinto al de mi padre. Tiene muchos adornitos de muchos colores colgados por todas partes, unos pañuelos muy raros anudados en las cabeceras de los asientos de delante y una bufanda muy larga de plumas violetas enrollada en las de los de detrás.

Mi tío, en general, es algo diferente.

Abuela dice que es muy historiado y casi siempre le pone malas caras por la ropa que viste.

Pero a mí me gusta, me lo paso muy bien con él y siempre está proponiéndome juegos nuevos y contándome historias sobre muchas cosas. Además, siempre me dice que de mayor voy a ser artista porque escribo y dibujo muy bien.

Mi padre prefiere que sea ingeniera, como él; o médica como mamá.

Yo aún no lo he decidido.

Pero es verdad que escribo y pinto siempre que puedo. Me encanta.

Creo que mi tío está un poco loco. Hace unos meses ha estado ingresado en el hospital dos veces y se pasaba los días enteros metido en su habitación llorando y sin querer ver a nadie. Ninguno sabíamos explicar qué le pasaba exactamente, solo que su incomprensible enfermedad empezó desde que Alberto se fue. Aunque papá, mamá y abuela me dijeran que era un amigo especial del tío, yo tenía claro que era su novio. Uno no se pone tan triste porque un amigo se vaya a vivir a otra ciudad.

Mi tío me dijo una vez que una amistad no se pierde si no hay una razón de peso de por medio, pero que el amor, igual que llega como un huracán, repentino y absorbente; puede desaparecer con la misma rapidez. Y eso es lo que le pasó a Alberto. Dejó de querer a mi tío, pero él no. Quizá ahí radica su magia, Martina, me decía, es un sentimiento tan intenso como frágil y caduco. Te hace inmensamente feliz cuando es correspondido pero duele mucho cuando no lo es.

-Solo el amor de Dante es completamente sincero e incondicional, para siempre, aunque no es comparable por la total dependencia que tiene de mí. Bueno, y yo de él –mi tío siempre aseguraba que Dante, su perro, era como su hijo.

Por aquel entonces, abuela siempre estaba diciendo que le iba a dar algo porque no quería ni comer, y tenía razón porque un día que ella no estaba con él, mamá y papá se lo tuvieron que llevar corriendo a urgencias porque se puso tan malo de la barriga que había vomitado y estaba como inconsciente. Parecía que estaba dormido, muy dormido, y no podía ni mantenerse en pie ni hablar ni abrir los ojos.

Nos asustamos mucho.

Estuvo ingresado más de un mes, y por más que insistí nadie me dejó ir a verle. Decían que era mejor que me esperara a que le dieran el alta.

Por eso, le di a mi madre un cuento que escribí para que se lo llevara de mi parte.

Se llamaba Gigantes, humanos y gnomos y decía así:

Un día, Alicia le dijo a su mejor amiga, Elena, que algún día se metería en un remolino porque ella no era una persona.

Pero Elena no entendió nada.

Y ese día llegó. Estaban jugando en casa de Elena y Alicia se metió en un remolino y un gnomo le concedió un deseo.

Alicia pidió no hacerse daño.

Desde aquel día, los gigantes (que eran la familia de Alicia) utilizaban las tazas de té para llenárselas de agua y que fueran una piscina.

Esta noticia se puso en las primeras páginas de los periódicos de la ciudad de los humanos, que se fueron a vivir a la ciudad de los gigantes.

Y los ratones habitaron la ciudad de los humanos y, por si acaso, pusieron una señal de PROHIBIDO GATOS”.

 
A mi tío debió de gustarle mucho mi cuento porque se lo llevó el fin de semana que nos fuimos juntos a un “sitio mágico” (según él, siempre habla tonterías). Dijo que quería hacerme un juego con él.

-Bueno, ya estamos llegando, Martina. Espero que te guste –me dijo después de una media hora de viaje.

Desde la ventana del coche vi un recinto vallado con una piscina dentro, una casa blanca muy bonita y unas cabañas de madera con el techo de tejas, como la de Hansel y Gretel pero sin ser de chocolate.

Lo que más me gustó de todo era una bandera de rayas con muchos colores que ondeaba con el viento.

-¿De qué país es esa bandera, tío? –le pregunté, porque nunca antes la había visto.

Él se echó a reír, y me dijo:

-No es de ningún país… –contestó, riendo–. Qué ocurrencias –añadió en voz más baja.

Supuse que era otra de esas preguntas que no se me podían responder.

Creo que a veces los mayores saben menos de lo que creen, sobre todo mi padre y mi tío que muchas veces discuten por llevar la razón o, al revés, que saben tantas cosas que prefieren no decirlas por cautela y discreción, como mamá y abuela.

Cuando entramos en aquel sitio, nos recibieron dos mujeres un poco raras pero muy simpáticas que nos invitaron a pasar y a ponernos cómodos en seguida.

-¡Qué alegría que al final te hayan dejado traerte a la niña! –le dijo una de ellas a mi tío, y es que hasta última hora mi padre no se terminó de decidir a dejarme ir todo el fin de semana sola con mi tío.

A mí al principio me extrañaba que Dante pudiera estar allí suelto como si nada, pero en aquella especie de hotel había otros perros sueltos de otras personas. Incluso gatos.

Todo era raro. Pero divertido. Y todo el mundo era muy simpático conmigo.

Dos hombres que hablaban muy rápido y gesticulaban mucho con las manos saludaron a mi tío con dos besos y mil aspavientos:

-¡Hola, Martinita! –uno de ellos se acercó a darme dos besos–. ¡Qué mona!

-Y mira –dijo el otro–, qué vestidito más ideal. ¡Es una ricura! –y me estampó otros dos besos.

No solo la bandera de ningún país era de colores. Todo allí lo era.

Las paredes de dentro, verde pistacho. Los sofás, rojos. Las tumbonas de la piscina, azules.

-¿Te gusta? –me preguntó mi tío, cuando entramos a soltar la maleta en nuestra habitación.

-¡Mucho! –respondí.

-Me alegro –dijo él–. ¿Sabes una cosa, Martina? –añadió al cabo del rato.

Enseguida supe que empezaba una de sus historias. Me puse cómoda y abrí los oídos todo lo que pude.

-Alicia y yo tenemos algunas cosas en común.

Qué tonto es a veces. Sabe perfectamente que Alicia no existe.

Pero le seguí el juego:

-Ah, ¿si? ¿y eso? ¿No eres una persona?

-Pues… –titubeó–. Sí, claro que soy una persona. Aunque últimamente haya llegado a dudar de que no tenía la valía de tal…

Eso no lo entendí muy bien.

-¿Entonces qué tienes que ver con ella?

-Que yo también me metí en un remolino –sonrió, mientras echaba mano de mi cuento. –Un remolino muy revuelto de pena por haber perdido a Alberto que me lo puso todo patas arriba y le quitó el sentido a todo.

-Y ahora me dirás que te encontraste un gnomo, claro…

-¡Justo! El gnomo me lo mandó abuela…

-Sí, claro… –creo que a veces mi tío no se da cuenta de que ya tengo diez años, no soy una niña.

-Abuela le pidió al gnomo que saliera de aquel remolino, sin hacerme mucho daño, como Alicia. Los gigantes, tu madre y tus otros tíos, me ayudaron también… Descubrí lo maravilloso de las pequeñas cosas, como darse un chapuzón en una taza de té.

Me lo imaginé diminuto bañándose en una taza y me hizo mucha gracia.

-Y logré salir del remolino, Martina. Gracias a abuela y a ellos, sobre todo.

Creo que se iba a poner a llorar otra vez, porque giró la cara y levantó los ojos, parpadeando para que no se le notara. Pero la piel de gallina de sus brazos le delató. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que lo que me estaba contando no era un cuento, y abrí más los oídos.

-Lo que sí necesito a veces es irme a otras ciudades, a otros planetas; a conocer a otras personas diminutas como yo.

-Tú no eres diminuto, tío.

-De tamaño puede que no. Pero a veces me siento más enano que tú –me dio un coscorrón–. He sido tan torpe que no he sabido mantener a mi lado a la persona que más he querido.
 
Creo que mi tío a veces sigue pensando que podría haber hecho algo para que Alberto no dejara de quererle.

Se levantó a beber un vaso de agua y luego me cogió en brazos y me sentó sobre su regazo.

-Esas veces me vengo a sitios como este, con banderas de colores y dejo de sentirme tan pequeño porque me encuentro a muchas personas con las que puedo compartir muchas cosas.

-¿Como los dos hombres que te han saludado antes?

-Por ejemplo –tragó saliva–. ¿Sabes que la semana que viene van a tener una hija?

-¿Quiénes? –pregunté extrañada.

-Ellos dos…

-¿Tus amigos?

-Sí.

-¿Una hija?

-Sí. De tu edad.

¿Dos hombres? ¿una niña de mi edad? Ahora sí que no estaba entendiendo nada. En el cole las monjas ya habían dejado de contarnos lo de la cigüeña y ya sabíamos cómo los papás y las mamás hacían los hijos, pero…

Recordé las palabras de mi abuela. “A veces, para saber escuchar, hay que aprender a callar”.

Y fue lo que hice para que siguiera hablando él.

-Creo que tu padre está preocupado porque te hayas venido el fin de semana conmigo… ¿Le vas a contar dónde hemos estado?

-Claro, tío… ¿Por qué no iba a contárselo?

Rió.

-Tu madre tiene razón. En el fondo, tu padre y yo no somos tan diferentes. Es más, los dos somos bastante soberbios y orgullosos, nos creemos tan dueños de la verdad que por eso a veces chocamos.

-Pero… ¿os lleváis mal?

-No. Solo tenemos formas distintas de ver las cosas.

-Eso… eso no es malo, ¿no?

-No, claro que no… ¿Nos damos un baño?

Yo creo que lo que pasa es que mi tío y mi padre quieren ser los mejores en todo y, como dice abuela, eso no puede ser, cada uno tiene que intentar ser el mejor en lo suyo. Aunque ella no solo es la mejor abuela, sino la mejor mujer del mundo.

Y mi tío, aun con sus rarezas, tampoco es mal tío.

Ni mi padre. A lo mejor tampoco es el mejor pero, para mí, no hay otro igual. Ni quiero que lo haya. Le quiero mucho. Como no cambiaría a mi tío.

Ni a mamá ni a abuela.

Él puede decir lo que quiera, pero esa bandera sí es de algún país.

O quizá de todos los países juntos.

Cuando volví a casa, decidí cambiar mi cuento y regalárselo a mi padre.

Ahora lo titulé Gigantes, humanos, gnomos, ratones y gatos y cambié la señal de prohibición por una bandera de colores, porque me parecía que así estaba mucho más bonito.

Mi tío se puso muy contento cuando se lo enseñé. Pero mi padre no tanto. Dijo que no había sido buena idea irme todo el fin de semana con mi tío y que le parecía que el cuento estaba mejor como antes.



martes, 6 de agosto de 2013

CRÓNICA DE UN MARATÓN ANUNCIADO


El pasado sábado día 3 de agosto se celebró en Herencia la edición número 10 de su maratón de cuentos, nada de mini maratón como decía el cartel anunciador, fue un maratón con todas las letras. 
Durante más de 3 horas pudimos ver y disfrutar de un buen puñado de narraciones, contadas tanto por familias, grupos de niños y niñas, parejas, gente mayor y no tan mayor, una gran variedad de personas que subieron al escenario que con tanto cariño habían preparado Ana y Prado.
 


Destacar la actuación de Juan Villén que en diferentes momentos de la velada subió al escenario para contar y hacernos sonreir, sobre todo los que contó al final, con toques más para adultos como:

¿A DÓNDE VAS GUILLE?
"Guille era un pequeño espermatozoide que vivía dentro del señor García. No era muy bueno con las matemáticas, pero era un fenómeno nadando. Y así fue como consiguió ganar la Gran Carrera del Huevo".


Y La fábula de EL TORO Y LA MOSCA y su moraleja erótica "Lo que no puedas terminar con el rabo, termínalo con la lengua".

De entre todos lo se que se contaron hubo uno que  a mi particularmente me gustó mucho:

Los pájaros prohibidos
Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso,
silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso.
Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres
embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso "por
tener ideas ideológicas", recibe un domingo la visita de su hija
Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los
censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los
árboles no están prohibidos y el dibujo pasa. Didoskó le elogia
la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen
en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las
ramas:
- ¿Son naranjas?¿qué frutas son?
La niña lo hace callar:
- Ssshhhhh
Y en secreto le explica:
- Bobo ¿no ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.

Un cuento de Eduardo Galeano, un breve relato que delinea el tierno encuentro entre un preso político y su hija durante un día de visita en el Penal de Libertad, en Uruguay.
Fue contado por nuestra compañera de curso Irene Calderero, muchas gracias Irene por descubrirme un relato tan maravilloso.



Irene también nos contó la historia de  ABITAWA, LA PRINCESA IMPACIENTE, que se encuentra en el siguiente libro:


Un libro de cuentos totalmente recomendable.

Otros de los cuentos que pudimos escuchar a lo largo de la noche fueron:

LOS SIETE RATONES CIEGOS


Siete ratones ciegos es un libro infantil escrito por el ilustrador estadounidense nacido en China, Ed Young, y publicado por Ediciones Ekaré en 2001 en formato de álbum ilustrado.
El libro ilustra una antigua fábula de la India que cuenta cómo siete ratones ciegos de colores se encuentran cerca de su laguna con un Algo muy Raro. Al tratar de descubrir lo que es, cada uno de ellos va analizando el Algo muy Raro por partes. Sin embargo, cada ratón cree que es una cosa distinta.
Siete ratones ciegos no sólo juega con los colores de los ratones, sino que además trata de llamar la atención del niño al ir analizando por separado cada una de las partes del Algo muy Raro, para finalmente compararlo con el todo, que resulta ser un elefante.
Es interesante también, la moraleja ratonera expresada por el autor:
Si sólo conoces por partes dirás siempre tonterías;
pero si puedes ver el todo hablarás con sabiduría
.

CAMBALACHE

Cambalache es un cuento que esconde otro cuento. Roberto Castro, que se estrena como autor, pero con una larga trayectoria en el mundo de la literatura infantil y juvenil, desarrolla una trama circular sencilla, dinámica y muy eficaz, que incide transversalmente en la aventura de leer.

HAY UN MONSTRUO DEBAJO DE MI CAMA


Parece ser que hay muchas clases de monstruos. Algunos son enormes; otros, no tanto. Algunos dan miedo, mientras que otros son tímidos andan en busca de cariño. En materia de monstruos, hay de todo, íhasta los que se esconden debajo de la cama!

CUANDO NACE UN MONSTRUO

Un libro que ofrece en cada página dos opciones a un mismo cuento.
Un texto con repeticiones y ritmo que gustará a pequeños y mayores.
Un cuento divertido para reírse del miedo.

Fue una noche mágica en Herencia, donde pudimos apreciar la participación de la gente de todas las edades y que gracias a la labor realizada por Ana fue todo un éxito.

jueves, 1 de agosto de 2013

CUENTO PARA LA TOLERANCIA

Rey y Rey

Título: Rey y Rey

Autor: Linda De Haan y Stern Nijland (Il)

Editorial: Serres (2004)

Año: 2012

«En la montaña más alta sobre la ciudad, un joven príncipe todavía no se ha casado, como es costumbre en su reino. Su madre, una reina gruñona, insiste en que debe encontrar una princesa para contraer matrimonio. Un día, ante la insitencia materna, el príncipe le dice a la reina: «Bien mamá [...] tengo que decirte que nunca me han gustado mucho las princesas.»
Su madre hace desfilar una princesa tras otra por el castillo, pero ninguna despierta el interés del joven noble. Tras algún tiempo, llega la princesa Madaleine, escoltada por su herman  Lee, que provoca que el príncipe exclame: «¡Qué príncipe más maravilloso!»
Ambos se enamoran perdidamente y comienzan los preparativos de la boda, a la reina no le queda más que aceptar el verdadero amor de su hijo. Todos celebran alegresa la boda y la historia finaliza como las clásicas historias de amor: «Vivieron felices y comieron perdices.»
Rey y Rey es creación de las holandesas Linda De Haan y Stern Nijland. Originalmente fue editado el 2000 en holandés. Ha sido traducido posteriormente al inglés como King & King (2002), al español como Rey y rey (2004) y al catalán Rei i rei (2004)

miércoles, 31 de julio de 2013

Antoine de Saint-Exupéry se fue al Asteroide B 612 hace hoy 69 años.

“De niño sus hermanos lo llamaban “Tonio”. En el colegio lo llamaban “Pique la luna”, pincha la luna, por su nariz respingona y su mirada siempre perdida entre las nubes. Los pobladores del desierto lo llamaban “el comandante de los pájaros”, porque iba veloz como una flecha por el cielo con sus aviones. Consuelo, su esposa, lo llamaba “Pez volador”, “Tonnio”, “Papú”, porque lo amaba y le gustaba ponerle muchos nombres diferentes. Él se definia “campesino de las estrellas”, Porque se sentía habitante de un planeta errante suspendido en la Vía Láctea. Su nombre de bautismo es Antonie de Saint-Exupery, aunque ahora muchos lo conocen como El Principito”.


Contraportada de “Antoine de Saint-Exupéry en busca del Principito…”, de Bimba Landmann.


“… un día Tonio dejó de escuchar cuentos para escuchar los motores de los primeros aviones que retumbaban en el cielo (…)
Cuando pasan a pocos metros sobre su cabeza siente un estallido de placer en su barriga (…) Tonio ya no sueña con dos alas pegadas a su espalda, sino con subir a una de esas máquinas voladoras (…) Ahora el correo no viaja solo por mar, para alcanzar otros continentes, y se necesitan pilotos.
Es así que Tonio vuelve a volar para transportar cartas entre Francia y África. Llega a ser incluso responsable de una escala en Marruecos, en pleno desierto (…)
En los vientres de los aviones hay muchas cartas valiosísimas.
Cartas que no hablan solo de trabajo, sino de sentimientos.
De nostalgias.
De dolores.
De alegrías.
Palabras confiadas a él para que alcancen su destino (…)
Es fácil hacerse amigo de los niños. ¡Ellos no tienen miedo de acercarse a ese hombre blanco que lleva siempre en el bolsillo un poco de chocolate!
Con los adultos, en cambio, debe tener más paciencia. Debe vencer poco a poco su desconfianza, aprender el árabe, enseñar sus máquinas voladoras (…)
“Mi papel aquí es domesticar. Me gusta, es una bonita palabra” escribe a la madre (…) Antoine inspecciona algunas rutas, busca otras nuevas.
Gana bien, pero no es feliz. ¿Qué le falta a los 29 años? ¿Tal vez una rosa a quien amar?
Sí, una rosa de nombre Consuelo. Es pequeña como una niña y cuenta historias magníficas. La conoce una noche en casa de unos amigos, en Buenos Aires. Antoine se enamora al instante, y esa misma noche la lleva a volar sobre la ciudad, para enseñarle las estrellas, hablarle de su alma viajera, para ofrecerle todo, enseguida: su corazón, su nombre, su vida.
“Consuelo… Tienes unas manos tan bonitas… Las querría tener solo para mí”.


(Fragmentos del libro de Bimba Landmann).



No voy a decir nada nuevo de "El principito" que no se haya dicho ya, solo que lo releí hace poco y descubrí muchas de las cosas que no entendí cuando lo leí de pequeño: su enorme simbología, su gran fantasía, su riqueza de contenido (la vida, la muerte, la amistad, el amor...).
Tuve, además, la enorme suerte de participar en una Merienda Compartida del Coworking "La Cooperativa" de Cádiz -http://www.lacooperativacb.es/-, con la Charla "Vivir del Cuento 2.0: Animación a la lectura, blogs y clubes literarios", en donde, además de una entretenida reunión entre amigos, pudimos disfrutar de una enriquecedora lectura grupal de alguno de los fragmentos de "El Principito", y posterior reflexión.




Decía Robert McKee que "nos sentimos atraídos por las historias que desvelan experiencias humanas y universales. Porque entre esos personajes y conflictos, entre la sorpresa de lo exótico o lo extraño, hallamos nuestra propia humanidad".
El Principito se merece por eso, y por mucho más, un puesto de honor en los clásicos de la literatura de todos los tiempos, infantil, juvenil y de adultos; sin duda. Desde aquí, nuestro pequeño homenaje a su obra maestra.

EL PRINCIPITO.
Texto e ilustraciones de Antoine de Saint-Exupéry. 

1
“…Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas, y es agotador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones… No es por mi culpa. Las personas grandes me desalentaron de mi carrera de pintor cuando tenía seis años y solo había aprendido a dibujar las boas cerradas y las boas abiertas… Necesité mucho tiempo para comprender de dónde venía. El principito, que me acosaba a preguntas, nunca parecía oír las mías (…) Cuando vio mi avión por primera vez (…), me preguntó: -¿Qué es esta cosa? -No es una cosa. Vuela. Es un avión. Es mi avión. Y me sentí orgulloso haciéndole saber que volaba. Entonces exclamó: -¿Cómo? ¿has caído del cielo? -Sí –dije, modestamente. -¡Ah! ¡qué gracioso!... Me gusta la caja que me has regalado porque de noche le servirá de casa. -Seguramente. Y si eres amable te daré también una cuerda para atarlo durante el día. Y una estaca. La proposición pareció disgustarle al principito: -¿Atarlo? ¡Qué idea tan rara!...”


2
“… Si decís a las personas grandes: “He visto una hermosa casa de ladrillos rojos con geranios en las ventanas y palomas en el techo…”, no acertarán a imaginarse la casa. Es necesario decirles: “He visto una casa de cien mil francos”. Entonces exclamarán: “¡Qué hermosa es!”. Si les decís: “La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía, y que quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que existe”, se encogerán de hombros y os tratarán como a un niño. Pero si les decís: “El planeta de donde venía es el asteroide B612”, entonces quedarán convencidos y os dejarán tranquilos sin preguntaros más. Son así. Y no hay que reprocharles. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas grandes… …Mi amigo jamás daba explicaciones. Quizá me creía semejante a él. Pero yo, desgraciadamente, no sé ver corderos a través de las cajas. Soy quizá un poco como las personas grandes. Debo haber envejecido…”


3
-¿Sabes?... Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol… -¿Estabas, pues, verdaderamente triste el día de las cuarenta y tres veces? El principito no respondió… …Me miró estupefacto. -¡De cosas serias! Me veía con el martillo en la mano y los dedos negros de grasa, inclinado sobre un objeto que le parecía muy feo. -¡Hablas como las personas grandes! Me avergonzó un poco. Pero, despiadado, agregó: -¡Confundes todo!... ¡Mezclas todo! Estaba verdaderamente muy irritado, sacudía al viento sus cabellos dorados. -Conozco un planeta donde hay un señor carmesí. Jamás ha aspirado una flor. No ha hecho más que sumas y restas. Y todo el día repite como tú: “¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!”. Se infla de orgullo. Pero no es un hombre; ¡es un hongo!...”


4
“…No sabía que para los reyes el mundo está muy simplificado. Todos los hombres son súbditos… …-Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer –replicó el rey–. La autoridad reposa, en primer término, sobre la razón. Si ordenas a tu pueblo que vaya a arrojarse al mar, hará una revolución. Tengo derecho a exigir obediencia porque mis órdenes son razonables… …-Te juzgarás a ti mismo –le respondió el rey–. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio… …Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos no oyen sino las alabanzas… …-Cositas doradas que hacen desvariar a los holgazanes. ¡Pero yo soy serio! No tengo tiempo para desvariar. -¡Ah! ¡Estrellas! -Eso es. Estrellas. -¿Y tú qué haces con quinientos millones de estrellas? -Quinientos un millones seiscientas veintidós mil setecientas treinta y una. Yo soy serio, soy preciso. -¿Y qué haces con esas estrellas? -¿Qué hago? -Sí. -Nada. Las poseo…”
5
“…-Tal vez este hombre es absurdo. Sin embargo, es menos absurdo que el rey, que el vanidoso, que el hombre de negocios y que el bebedor. Por lo menos su trabajo tiene sentido. Cuando enciende un farol es como si hiciera nacer una estrella más, o una flor. Cuando apaga el farol, hace dormir a la flor o a la estrella. Es una ocupación muy hermosa… …-Es la consigna –respondió el farolero–. Buenos días. -¿Qué es la consigna? -Apagar el farol. Buenas noches. Y volvió a encenderlo. -Pero, ¿por qué acabas de encenderlo? -Es la consigna –respondió el farolero. -No comprendo –dijo el principito. -No hay nada que comprender –dijo el farolero–. La consigna es la consigna. Buenos días. Y apagó el farol… …Éste, se dijo el principito mientras proseguía su viaje a más lejos, éste sería despreciado por todos los otros (…) sin embargo, es el único que no me parece ridículo. Quizá porque se ocupa de una cosa ajena a sí mismo…”
6
“…-No anotamos las flores –dijo el geógrafo. -¿Por qué? ¡Es lo más lindo! -Porque las flores son efímeras. -¿Qué significa “efímera”? -Los libros de geografía (…) nunca pasan de moda (…) escribimos cosas eternas (…) Lo que cuenta para nosotros es la montaña. La montaña no cambia. -Pero, ¿qué significa “efímera”? (…) -Que está amenazado por una próxima desaparición (…) Mi flor es efímera, pensó el principito, ¡y solo tiene cuatro espinas para defenderse contra el mundo! ¡Y la he dejado totalmente sola en mi casa! (…) -¿Qué me aconsejáis que vaya a visitar? –preguntó. -El planeta Tierra –le respondió el geógrafo–. Tiene buena reputación… Y el principito partió pensando en su flor…”


7
“…La Tierra no es un planeta cualquiera. Se cuentan allí ciento once reyes (sin olvidar, sin duda, los reyes negros), siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de ebrios, trescientos once millones de vanidosos, es decir, alrededor de dos millones de personas grandes. Para daros una idea de las dimensiones de la Tierra os diré que antes de la invención de la electricidad, se debía mantener, en el conjunto de seis continentes, un verdadero ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil quinientos once faroles… …-Con los hombres también se está solo –dijo la serpiente. El principito la miró largo tiempo: -Eres un animal raro –le dijo, al fin–. Delgado como un dedo… -Pero soy más poderoso que el dedo de un rey (…) A quien toco lo vuelvo a la tierra de donde salió –dijo aún–. Pero tú eres puro y vienes de una estrella (…) -Estoy solo…, estoy solo…, estoy solo –respondió el eco. -¡Qué planeta tan raro! –pensó entonces–. Es seco, puntiagudo y salado. Y los hombres no tienen imaginación. Repiten lo que se les dice…”


8
“…Y se sintió muy desdichado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas semejantes, en un solo jardín. -Se sentiría vejada si viera esto –se dijo–; tosería enormemente y aparentaría morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que aparentar cuidarla, pues, si no, para humillarme a mí también, se dejaría verdaderamente morir (…) “Me creía rico con una única flor y no poseo más que una rosa ordinaria (…) Realmente, no soy un gran príncipe”. Y, tendido sobre la hierba, lloró (…) -¿Qué significa “domesticar”? -Los hombres– dijo el zorro –tienen fusiles y cazan. Es muy molesto. También crían gallinas. Es su único interés. ¿Buscas gallinas? -No –dijo el principito–. Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”? -Es una cosa demasiado olvidada (…) Significa “crear lazos” (…) Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas (…) Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo… -Empiezo a comprender –dijo el principito–. Hay una flor… Creo que me ha domesticado…”
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“…-¡Por favor…, domestícame! –dijo. -Me gustaría– respondió el principito–, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas. -Solo se conocen las cosas que se domestican –dijo el zorro–. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame! -¿Qué hay que hacer? –dijo el principito. -Hay que ser paciente –respondió el zorro–. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca (…) Los ritos son necesarios (…) Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas (…) Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida: -¡Ah! –dijo el zorro–. Voy a llorar. -Tuya es la culpa (…) No deseaba hacerte mal, pero quisiste que te domesticara (…) Entonces, no ganas nada. -Gano –dijo el zorro–, por el color del trigo (…) Ve y mira nuevamente las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto…”


EL SECRETO
-Adiós –dijo. -Adiós –dijo el zorro–. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. -Lo esencial es invisible a los ojos –repitió el principito, a fin de acordarse. -El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. -El tiempo que perdí por mi rosa… -dijo el principito, a fin de acordarse. -Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro–. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa. -Soy responsable de mi rosa… -repitió el principito, a fin de acordarse.


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“…-Clasifico a los viajeros por paquetes de mil –dijo el guardaagujas–. Despacho los trenes que los llevan, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda (…) -Llevan mucha prisa –dijo el principito–. ¿Qué buscan? -Hasta el hombre de la locomotora lo ignora (…) Nadie está nunca contento donde está –dijo el guardaagujas (…) no persiguen absolutamente nada (…) Ahí dentro duermen o bostezan. Solo los niños aplastan sus narices contra los vidrios. -Solo los niños saben lo que buscan –dijo el principito–. Pierden tiempo por una muñeca de trapo y la muñeca se transforma en algo muy importante, y si se les quita la muñeca, lloran… -Tienen suerte –dijo el guardaagujas (…) Era un mercader de píldoras especiales que aplacan la sed. Se toma una vez por semana y ya no se siente necesidad de beber (…) Es una gran economía de tiempo (…) Se ahorran ciento cincuenta y tres minutos por semana. -Yo –se dijo el principito–, si tuviera ciento cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría tranquilamente hacia una fuente (…) Porque nos vamos a morir de sed (…) Es bueno haber tenido un amigo, aun si vamos a morir. Yo estoy muy contento de haber tenido un amigo zorro (…) Es absurdo buscar un pozo, al azar, en la inmensidad del desierto…”

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“… -Lo que embellece al desierto es que esconde un pozo en cualquier parte (…) -Sí –dije al principito–; ya se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que los embellece es invisible (…) Lo tomé en mis brazos y volví a ponerme en camino (…) Me parecía cargar un frágil tesoro (…) Lo que veo aquí es solo una corteza. Lo más importante es invisible (…) Lo que me emociona tanto en este principito dormido es su fidelidad por una flor, es la imagen de una rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara (…) Es necesario proteger a las lámparas; un golpe de viento puede apagarlas (…) -Los hombres –dijo el principito– se encierran en los rápidos pero no saben lo que buscan (…) No vale la pena (…) -¿Oyes? –dijo el principito–. Hemos despertado al pozo y el pozo canta (…) Los hombres cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín y no encuentran lo que buscan… -No lo encuentran –respondí. -Y, sin embargo, lo que buscan podría encontrarse en una sola rosa o en un poco de agua (…) Pero los ojos están ciegos, es necesario buscar con el corazón


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“…Me acordaba del zorro. Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco (…) -Estoy contento de que hayas encontrado lo que faltaba a tu máquina. Vas a poder volver a tu casa (…) Yo también hoy vuelvo a mi casa (…) Es mucho más lejos… Es mucho más difícil… Sentí que estaba ocurriendo algo extraordinario. Lo estreché en mis brazos como a un niño, y sin embargo, me pareció que se escurría verticalmente hacia un abismo sin que pudiera hacer nada por retenerlo… Tenía la mirada serie, perdida muy lejos (…) -Lo que es importante, eso no se ve. -Ciertamente. -Es como con la flor. Si amas a una flor que se encuentra en una estrella, es agradable mirar el cielo por la noche. Todas las estrellas están florecidas (…) Es como el agua , la que me has dado a beber era como una música (…) era dulce (…) Por la noche, mirarás las estrellas. No te puedo mostrar dónde se encuentra la mía, porque mi casa es muy pequeña. Será mejor así. Mi estrella será para ti una de las estrellas. Entonces te agradará mirar todas las estrellas… Todas serán tus amigas. Y luego te voy a hacer un regalo…”


EL REGALO.
“…-¡Me gusta oír tu risa! -Precisamente, será mi regalo… Será como con el agua… -¿Qué quieres decir? -Las gentes tienen estrellas que no son las mismas. Para unos, los que viajan, las estrellas son guías. Para otros, no son más que lucecitas. Para otros, que son sabios, son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas no hablan. Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido (…) Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír! Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo. Tendrás deseos de reír conmigo (…) Tus amigos se asombrarán al verte reír mirando al cielo. Entonces les dirás: “Sí, las estrellas siempre me hacen reír”, y ellos te creerán loco (…) Será como si te hubiera dado, en lugar de estrellas, un montón de cascabelitos que saben reír (…) -Parecerá que sufro (…) no vengas a verlo, no merece la pena… -No me separaré de ti (…) -¿Sabes?, será agradable. Yo también miraré las estrellas (…) Todas las estrellas me darán de beber (…)



Es allá. Déjame dar un paso, solo (…) No hubo nada más que un relámpago amarillo cerca de su tobillo. Quedó inmóvil un instante. No gritó. Cayó suavemente, como cae un árbol. En la arena, ni siquiera hizo ruido (…) Han pasado ya seis años (…) Ahora me he consolado un poco. Es decir…, no del todo. Pero sé que verdaderamente volvió a su planeta (…) Y por la noche me gusta oír las estrellas. Son como quinientos millones de cascabeles (…) Me pregunto “¿qué habrá pasado en el planeta? Quizá el cordero se comió la flor…”. A veces me digo “¡claro que no! El principito encierra todas las noches la flor bajo un globo de vidrio y vigila bien a su cordero” (…) A veces me digo: “… una noche el principito olvidó el globo de vidrio o el cordero salió silenciosamente… ¡Entonces los cascabeles se convierten en lágrimas!...


¿FIN?
Es un gran misterio. Para vosotros, que también amáis al principito, como para mí, nada en el universo sigue siendo igual si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, sí o no a una rosa… -Mirad al cielo. Preguntad: ¿el cordero, sí o no, se ha comido la flor? Y veréis cómo todo cambia… ¡Y ninguna persona grande comprenderá jamás que tenga tanta importancia!”.


(Fragmentos de "El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry).

X Mini maratón de Herencia 2013

El X mini maratón de cuentos y rastrillo de las artes tendrá lugar el 3 de agosto

HERENCIa MARATN Cuentos g 327x465 El X mini maratón de cuentos y rastrillo de las artes tendrá lugar el 3 de agosto
Herencia Cuenta. X Minimaratón de cuentos y rastrillo de las artes
El parque Municipal de Herencia acogerá el X Mini Maratón de Cuentos y Rastrillo de las Artes ” Herencia Cuenta” el próximo 3 de agosto a partir de las 20:30 horas, actividad organizada por el Ayuntamiento a través del área de Juventud y la Biblioteca Municipal Miguel de Cervantes.
Como cuenta la concejal de Juventud, Lola Fernández, “durante una noche, jóvenes artesanos de la localidad y de la comarca podrán poner a la venta sus productos realizados de forma artesana: Cuero, abalorios, marionetas, objetos realizados con alambre, fimo, etc”.
Los niños pueden participar en los distintos talleres, y además “contaremos con un mercadillo del trueque gracias a la colaboración del Banco del tiempo”, añade la concejala.
Todo esto estará aderezado con el Mini Maratón de Cuentos, donde todas las personas que se atrevan (niños, jóvenes, adultos…) podrán participar contando cuentos, historias, fábulas….
Las personas que estén interesadas en participar, pueden contactar con el área de Juventud, en la calle Convento, 2 y en el teléfono 926 571700, para el rastrillo de artes; y con la biblioteca, en la calle Lope de Vega,35 , en el teléfono 926 573696. O bien contactar con los correos electrónicos juventud@herencia.es y biblioteca@herencia.es .
Vía: nota de prensa oficial del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Herencia.

martes, 30 de julio de 2013

Por qué los perros viven menos que las personas.

Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, un matrimonio y su pequeño, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro.
Examiné a Belker y descubrí que estaba muriendo de Cáncer. Les dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Hicimos los arreglos necesarios, el matrimonio dijeron que sería buena idea que el niño de 6 años, observara el suceso. Ellos sintieron que el podría aprender algo de la experiencia.
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando el niño fue rodeado por la familia. se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué de el lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea mas corta que la de los humanos.
el niño , que había estado escuchando atentamente, dijo: "yo sé porqué."
Sorprendidos, todos lo miraron . Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación mas reconfortante que ésta. Este momento cambio mi forma de ver la vida.
Él dijo: "la gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, ¿verdad?"
"Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros."
Si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
-Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
-Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
-Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis.
-Toma siestas.
-Estírate antes de levantarte.
-Corre, brinca y juega a diario.
-Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
-Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
-En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
-Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
-Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
-Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
-Sé leal.
-Nunca pretendas ser algo que no eres.
-Si lo que quieres está enterrado, escarva hasta que lo encuentres.
-Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí. 
DESCONOCIDO (tomado de facebook).

Para mi Dante, que no me digáis que no es una ricura...



viernes, 26 de julio de 2013

Descorchando aquella botella.



Me he encontrado esto, en este baúl tan extraño, recuerdo la historia…

   El abuelo conoció a la abuela en un momento extraño de su vida. La abuela, como bien se sabe, es bastante creyente en la religión cristiana, hasta tal punto, que estaba de camino para internarse en aquel convento del pueblo. No se sabe bien lo que ocurrió, pero el abuelo vio a la abuela, y como buen manchego, la señaló y exclamó: -Esa pos’ pa’ mí.
Ese mismo día, el abuelo, tiró la casa por la ventana e invitó a la abuela a una botella de vino. En la primera copa, el abuelo le contó lo poco que sabía de la vida. En la segunda copa, la abuela lo entendió. La tercera copa se desvaneció la idea de hacerse monja.



   Y es así la vida, como este corcho ha pasado de unxs a otrxs, siendo guardado de esta manera, para recordarnos la historia de como un destino no está escrito, como podemos estar aquí por el amor intenso de un momento, de unas miradas de jóvenes atrevidos y como la botella es el florero extraño encima de aquella televisión vieja en casa de la abuela. 

Rosalía
Cualquier parecido a la realidad, es pura coincidencia... 

[Un ejercicio del curso, consistió en coger un objeto de una especie de baúl e inventar un relato corto, esta es la versión que realicé sobre un corcho de una botella de vino. ]


lunes, 22 de julio de 2013

Pepa Robles. Cuento cantado "El gusano mú mú sano"...

¡¡Fantástica!!

Gracias por la recomendación, Juan.

Florecen los libros.

He estado buscando un enlace con información sobre lo que nos contó Ana (Herencia) del Mercadillo de Puestos de Artesanía y de la Narración de cuentos para adultos y niños el 3 de Agosto, pero no he encontrado nada (solo he buscado en google y por encima, la verdad); con intención de subir el enlace, pero, en su defecto, he visto la iniciativa que organizaron desde su biblioteca para la Celebración del Día del Libro, y la verdad es que me ha encantado, por eso os pongo el enlace aquí, y os animo a que pongáis las cosas que hicísteis vosotras desde vuestras biblios... ¡Venga! ¡Animaos! ¡Vamos a darle vidilla a esto!

http://herencia.net/2013-04-23-hoy-florecen-los-libros-en-herencia/

Hoy florecen los libros en Herencia

Brotes de palabras 465x406 Hoy florecen los libros en Herencia
Brotes de palabras
Como todos los años volvemos a traer a colación los motivos que llevaron a la UNESCO a elegir un 23 de abril, como uno de los días, que a la postre, se convertiría en uno de los más señalados del calendario mundial, un día simbólico para la literatura y simbólico para las letras pues la coincidencia quiso que en ese día, en 1616, fallecieran tres de los grandes maestros de la palabra escrita Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el poeta Garcilaso de la Vega, El Inca.
fallacoplada. Raquel Aparicio 202x300 Hoy florecen los libros en HerenciaSon ya 18 años de celebración, aunque parece que la fiesta de los libros nos ha estado acompañándonos toda la vida, (hecho que por otro lado es cierto para todas aquellas personas que los sentimos como parte de nuestro camino), pero es precisamente hoy, cuando su celebración consigue la mayoría de edad. A esta circunstancia, este año se le une otra peculiaridad y es que en esta ocasión encontramos encuadrado este día dentro de la Semana de Acción Mundial 2013 sobre Educación para Todos (21-27 de abril) que lanza la UNESCO, y que nos ayuda a entender las palabras con que su Directora General da la bienvenida a este 23 de abril
«El libro, en cada una de sus formas, es un instrumento precioso que contribuye a la educación y a difundir la cultura y la información. La diversidad de libros y de contenidos es una fuente de enriquecimiento que debemos hacer efectiva mediante políticas públicas adaptadas, luchando contra la uniformización cultural.»
Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, 23 de abril de 2013
Durante todos estos años, son muchas las agrupaciones, organizaciones e instituciones que se han sumando fervientemente a su celebración y homenaje a través de diferentes actos e iniciativas como la celebrada desde el año 2000 con la elección de la Capital Mundial del Libro, que este año recae en la ciudad de Bangkok. Así, desde Herencia también son varias las iniciativas que nos acompañan todos los años, como la ya famosa y esperada Semana de la Biblioteca, que a través de sus concursos, premios, juegos, cuentacuentos, encuentros de autor, talleres de animación a la lectura y un largo etc., aprovechan la celebración de este día tan especial para acercar de una forma especial la casa de los libros, al público en general y al pueblo de Herencia en particular, o el tradicional Palabras a la Calle de la Asociación Barco de Colegas donde nos invitan, a través de pequeños textos ilustrados, a leer y descubrir nuevos libros y autores.
Ilustración de Mónica Carretero 216x300 Hoy florecen los libros en HerenciaEn esta ocasión, la Biblioteca Municipal de Herencia y la Asociación Cultural Barco de Colegas, han querido dar la bienvenida a este día de una forma simbólica, representando así la primavera de los libros, como el primer verdor de las lecturas que nos acompañaran el resto del año, y como no podía ser de otra forma en la Semana Mundial de la Educación para Todos, la forma elegida ha sido mostrar ese florecer de la vida a través de fragmentos de textos que brotan de árboles y plantas de la avenida  Alcázar, en ese camino que en Herencia nos lleva a la educación, y que en un día como hoy, más que nunca, se ha convertido en una auténtica avenida de las letras.
Sin duda, un homenaje al libro,  a los autores, y a la enseñanza, animando a todo el mundo, y en especial a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura.
Brotes de palabras2 465x320 Hoy florecen los libros en Herencia
Brotes de palabras